Si bien no es un dato para alarmarse, si lo es para preocuparse: los bancos españoles contaban al cierre de octubre con un total de 640.998 millones de euros en depósitos, lo que supone que en tan sólo dos meses se redujo en unos 7.300 millones.
Si bien esto significa solo un poco más del 1% del total, será un dato a tener en cuenta para vigilarlo de cerca en los primeros meses del 2009, ya que los analistas dicen que esta acción puede tornarse más dramática.
La razón principal es bien conocida: la crisis de liquidez. La banca ha dejado de refinanciar los préstamos a las empresas como consecuencia de la crisis, lo que ha llevado a las compañías a retirar sus ahorros de los bancos para seguir funcionando.
Esto tiene consecuencias directas: reducción del ya escaso crédito bancario a causa de la falta de liquidez de las entidades. esto haría a su vez reducir la rentabilidad de las entidades, que se verían obligadas a bajar la remuneración que otorgan a los depósitos.
En fin, parece que el 2009 no viene más fácil que el 2008…