Bonos Audasa

¿Está contento con la guerra del pasivo? ¿Le permite ganar unos euros extras en la rentabilidad de su dinero? Entonces esta es una oportunidad para el ahorrista, aunque a un riesgo mayor que los depósitos.

Se trata de los bonos corporativos. Y especificamente, los Bonos Audasa. Autopistas del Atlántico (Audasa) es una filial de Itínere, y está vendiendo obligaciones a 10 años que prometen el 6% anual y que tienen grandes ventajas fiscales, entre las que se encuentra que no tributarán el famoso 19% al fisco.

La gran ventaja de esta emisión de bonos Audasa radica en sus destacadas ventajas fiscales, gracias a una ley que se remonta a 1978. Así, a los inversores solo se les retendrá el 1,2% del importe de los intereses, frente al 19% habitual. Y no sólo eso: los obligacionistas se podrán deducir en el IRPF el 24% de los intereses. Es decir, no sólo no tributarán, sino que pagarán menos impuestos.

Según podemos leer en cincodias.com, la emisión abonará un 6%, de forma que los inversores recibirán 60 euros al año por cada 1.000 y el banco les retendrá 0,72. Pero después Hacienda les descontará 3 euros del IRPF.

¿Cómo funciona la desgravación fiscal? Si los bonos no gozaran de la bonificación, los inversores tendrían que tributar por el 19% de los intereses: los impuestos sobre 60 euros ascenderían a 11,4 euros. Pero se podrán deducir el 24% de esos 60 euros (14,4 euros). Los 3 euros que se ahorraría en impuestos son el resultado de los 14,4 euros menos los 11,4.

En virtud de estas extraordinarias ventajas tributarias, los bonos de Audasa equivalen a una rentabilidad anual del 7,68% de otro producto sin prebendas fiscales. Los inversores podrán comprar los bonos en Banco Sabadell, Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular. La inversión mínima es de 500 euros (el precio de una obligación) y el plazo es de 10 años. Audasa devolverá el principal, por tanto, el 31 de mayo de 2021.

Es destacable saber, sin embargo, que el plazo de amortización es realmente largo,lo que se podría compensar con la rentabilidad obtenida. Pero también tiene que saber que estos bonos no son demasiado negociables en los mercados secundarios, por lo que es muy probable que si los quiere vender con anterioridad al vencimiento se encuentre con escollos como por ejemplo no encontrar comprador o simplemente tener que malvenderlos de acuerdo a la necesidad.

Por lo demás, tiene el riesgo que cualquier otro bono corporativo, y es que la empresa entre en convocatoria o directamente en bancarrota. Pero en este caso en particular, al tratarse de una empresa de servicios publicos, esa opción queda minimizada.

En fin. Una buena opcion de invertir a largo plazo a un buen tipo de interes.