Qué tener en cuenta antes de contratar un crédito

Puede que a pripiori el titulo del artículo parezca un tanto alarmistas, puede incluso que el lector piense en primera instancia que al contratar un crédito tampoco hay que tener en cuenta tantas precauciones más allá de la seguridad en su devolución, sin embargo, precauciones es la palabra más exacta desde la posibilidad de sobreendeudamiento a crédito hasta cuestiones como las comisiones o gastos, un crédito es un contrato entre partes en el que, habitualmente, una parte, la banca, conoce perfectamente sus derechos y obligaciones mientras que la otra parte, el usuario, suele estar poco informado de lo que firma.

Máxime en un periodo como el actual donde proliferan las propuestas de créditos instantáneos, mini préstamos, o préstamos rápidos, la atención a la hora de contratar un producto de financiación debe ser máxima, da igual la entidad, da igual el grado de vinculación, el usuario deberá siempre prestar atención al menos a las siguientes cuestiones:

Las precauciones antes de contratar un crédito

En primer lugar, aunque no necesariamente tiene que organizarse en este orden, realizar una comparación; hoy en día tenemos la suerte de que existen múltiples espacios donde podemos comprobar si el producto que hemos elegido tiene una competencia directa que mejore la oferta, si esto es así es obligatorio comprobar dichas ofertas mejoradas.

Si hemos llegado al producto a través de la publicidad, es obligatorio en la comprobación del cumplimiento de las condiciones que el marketing nos ofrece en relación a la contratación del producto, en muchas ocasiones los productos tienen una coletilla en forma de si el usuario, que puede devenir en contratación de otros productos, en limitación de la financiación en función del grado de solvencia, en definitiva, la publicidad siempre va a marcar las mejores posibilidades del producto, y tal vez esas no son para nosotros.

Una vez decidido el producto es fundamental detenerse en el apartado de las comisiones, debemos tener en cuenta que no sólo nos interesan las comisiones más visibles, como las de apertura, estudio o amortización, sino también son muy importantes y a tener en cuenta las comisiones y gastos por situaciones e imprevistos como por ejemplo un impago, obviamente no queremos tener un impago, pero en caso de que se dé, las diferencias entre propuestas pueden ser simplemente abismales.

Por supuesto, debemos también tener en cuenta el nivel de vinculación que nos van a exigir para contratar este producto. Podemos encontrar de repente un producto que nos parece fantástico, pero que nos va a obligar a la contratación en paralelo de una batería de productos que al final van a encarecer nuestro producto principal bastante por encima de los precios de mercado, obviamente esto hay que tenerlo en cuenta; la vinculación que otorga condiciones preferentes a los préstamos no siempre redunda en que esas condiciones preferentes vayan a aportar un ahorro si lo comparamos con los costos de los productos vinculados con tratados.

Por último, y sin olvidarnos por supuesto de comprobar los tipos de interés, resulta muy interesante, y no siempre lo hacemos, acercarnos a la lectura de la copia del contrato que vamos a firmar; evidentemente no es una lectura interesante, probablemente sea muy aburrida, pero puede aportarnos claridad en elementos que de otra manera posteriormente nos pueden dar más de una sorpresa.

 

 

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