Muchas personas hablan de lo que es un préstamo e incluso solicitan uno en una entidad financiera o en un comercio al comprar en cuotas y muchas veces no tienen en cuenta la operación financiera que implica un crédito, por tal motivo en esta oportunidad vamos a tratar de aclarar algunos conceptos que intervienen cuando solicitamos un préstamo.
En primer lugar vamos a mencionar los elementos que intervienen en una operación financiera, los cuales son:
- Capital: Es el monto que entrega la entidad financiera al deudor.
- Tasa: Es el porcentaje que va pagar de más el deudor por disponer del dinero.
- Plazo: Es el tiempo que va a tardar el deudor en devolver todo el capital.
Además, en un crédito podemos definir tres momentos básicos, los cuales son:
- Solicitud, análisis y aprobación: En este momento, si bien podría desagregarse en dos o más momentos, esta definido por el acuerdo de las condiciones básicas del mismo, entre las cuales podemos mencionar el plazo, la tasa de interés, capital solicitado, etc.
- Entrega del dinero: En este momento se hace efectivo el préstamo con la entrega de los valores y la firma del contrato entre las partes.
- Devolución del capital y los intereses: En este momento si no es un momento único sino continuo con pagos periódicos este momento lo podríamos caracterizar por cumplimiento del contrato por parte del deudor.
Por tratarse de una operación financiera se puede obtener el la variación real, independientemente de la tasa que cobre la entidad al deudor, es la confrontación de la tasa que nos cobra el banco o entidad financiera contra la inflación acumulada en dicho periodo. La inflación es la perdida del poder adquisitivo de la moneda.
Por tal motivo, al confrontar el costo del valor del dinero contra la desvarolización del mismo nos queda el costo real de la operación, si la tasa de que cobra la entidad financiera es mayor que la inflación el costo del crédito va a ser positivo, lo que generalmente ocurre, ya que los bancos y entidades financieras tienen en cuenta una tasa de inflación estimada, el segundo escenario posible es que la tasa de interés sea menor que la inflación, en tal caso podemos asegurar que en este caso la operación financiera es favorable para el deudor. Igualmente no necesariamente la tasa de interés debe ser menor a la inflación para que el deudor salga ganando, sino que siempre que haya inflación el deudor va a ver atenuado su costo, en algunos casos más en otros menos pero siempre se va a ver beneficiado.
Una forma que tiene la entidad financiera de atenuar su perdida como consecuencia de la inflación es incrementando el costo del valor del crédito utilizando una tasa fija, o pactar el préstamo en tasa variable, la cual se ajustará en el tiempo de acuerdo con la inflación que haya durante la vigencia del préstamo.