Pros y contras del pago aplazado con tarjeta en verano

Dentro de las muchas funcionalidades que las tarjetas bancarias nos pueden ofrecer hoy en día el pago aplazado no es desde luego una herramienta menor. Bien utilizado este mecanismo puede permitirnos afrontar pagos con mayor soltura, sin embargo, también tiene sus puntos negativos. Vamos a repasar las ventajas y desventajas del pago aplazado con tarjeta.

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Realmente dentro de estos pagos encontramos una herramienta que permite el aplazamiento durante unos pocos meses de los costes de una compra o pago realizado. Como veremos vamos a encontrar diferencias en función de la oferta, sin embargo todas responden a unas características similares; generalmente no admiten grandes financiaciones y los aplazamientos raramente superarán entre los 3 y 6 meses.

tarjeta

Los modelos de aplazamiento

Es importante distinguir dos modelos muy distintos de aplazamiento de pago, ya que la diferencia entre uno y el otro es lo suficientemente grande como para que pueda resultar interesante o no.

Por un lado tenemos los aplazamientos de pago no sobre las compras sino sobre los importes dispuestos en la tarjeta. Generalmente se trata de la posibilidad de aplazar determinadas partes de la deuda contraída por la tarjeta en cuotas fijas durante un periodo de tiempo, lo usual es que se cargue un interés importante, con lo cual, hay que revisar muy bien la conveniencia o no de esta opción. Sin embargo es cierto que algunas tarjetas permiten este tipo de aplazamientos hasta tres meses sin costes de comisiones.

Por otro lado tenemos las tarjetas que permiten directamente el aplazamiento de un pago, es decir, realizamos una compra que automáticamente difiere el pago a una fecha posterior. Estas tarjetas suelen cargar intereses bajos durante los tres primeros meses, e incluso en algunos casos llegar a no cargar ningún interés durante ese periodo de tiempo, sin embargo sobrepasados los mínimos también resultan caras.

Pros y contras

Como decíamos se trata de un sistema de aplazamiento de pago que rara vez va a ofrecernos superar los €3000 en total, sino mucho más habitual límites entre €600 y €1200 en plazos entre tres meses y seis meses.

La ventaja principal de estos productos como podemos entender es precisamente el hecho de poder aplazar y segmentar la deuda, sobre todo en el caso de la aplicación de intereses bajos o interés cero, puede ser un aliado muy útil para realizar esa compra o pagar este servicio al que de otro modo tendríamos que buscar una financiación específica.

Sin embargo, en el otro extremo, como siempre que hablamos de productos que difieren en el tiempo los pagos, el pago aplazado tiene el problema de contribuir al sobreendeudamiento de la economía doméstica. La tendencia a olvidar un pago no  obligado en primera instancia por un servicio ya recibido es muy habitual, y también lo es encontrarnos con un sobregasto no planificado que es la antesala de la deuda.

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