Comienza el nuevo año, y más allá de las múltiples subidas de precios que vamos a registrar en los carburantes, la luz, los servicios municipales, los alquileres, etc., tenemos que prepararnos para la temporada de rebajas que iniciará el próximo 07 de enero.
Como todos los años, los comerciantes españoles, deben abaratar los artículos de esta temporada y para ello cuentas con un mínimo de una semana y un máximo de dos meses. Esta “regla” se aplica en todo nuestro país excepto para la Comunidad de Madrid y Murcia.
Ante la tentación de las rebajas “imperdibles”, muchos españoles tendrán que planar mejor su presupuesto para el mes de enero, de forma de efectuar sólo un gasto adecuado al dinero disponible y no sobrecargar nuestras tarjetas de crédito… después de todo, también hay que pagarlas…
Tenemos que tener en claro antes de lanzarnos a un rally de compra desmedido que las rebajas, no son lo mismo que las promociones de dos por uno, o compras con regalos, u otra infinidad de estrategias comerciales para dar salida a los artículos implementadas por los comerciantes. En particular y tal como expone la Unión de Consumidores de España (UCE), las rebajas son descuentos que deben aplicarse prácticamente a la totalidad de los artículos de un comercio, considerando por tanto que estos artículos son los de temporada habiendo estado a la venta como mínimo un mes antes. Las rebajas se producen durante un periodo delimitado de tiempo, y están regulados por unas normas determinadas.
Por lo tanto, la temporada de rebajas debe ser aplicada exactamente con las mismas condiciones de compra que durante el resto del año, debiendo respetarse la misma calidad, las mismas condiciones de pago e idénticas políticas de devolución.
De esta forma y siendo normalmente el punto de conflicto más común entre consumidores y comerciantes, las devoluciones deben ser respetadas, debiendo ser reintegrado el dinero abonado si el producto se encuentra roto, defectuoso o estropeado… independientemente de que se haya comprado de rebaja o no.
Además el comerciante deberá exponer claramente en las etiquetas de los productos, tanto el precio anterior como el precio rebajado de forma que el consumidor pueda evaluar cabalmente la verdadera conveniencia financiera de la operación.
Otro de los puntos que generan roces en esta temporada, es la intención de muchos comerciantes de aplicar recargos por pago con tarjetas de los artículos rebajados. Tal como informa la UCE, esta es una práctica que no debe aplicarse y por tanto no se puede obligar al comprador a aceptar estas condiciones.
Así este nuevo año tenga en cuenta estas pautas y efectúe un presupuesto que lo salve de futuras complicaciones ante las compras compulsivas.