La evolución de los tipos de interés en la Unión Europea y en Estados Unidos discurren por sendas muy diferentes. Cada una de las autoridades monetarias de los dos bloques, tanto la Fed como el BCE, han querido luchar contra la crisis de manera distinta.
Esto lo podemos notar en el siguiente gráfico:
De hecho, desde principios del año 2006, cuando la tasa marcaba apenas un 2,25%, los tipos de interés en Europa no han parado de subir. Sólo en julio y octubre, con la crisis en pleno auge, se cambió la tendencia con una reducción total de 1,25 puntos básicos, hasta el actual 2,5%.
Al otro lado del Atlántico, la Reserva Federal Estadounidense ha tenido una evolución muy diferente: hace poco más de un año la tasa estaba en un 5,25%, un nivel mucho más alto de lo que había marcado en Europa, pero su comportamiento hizo un brusco giro en agosto de 2007. Desde entonces hasta ahora, en sólo 13 meses, ha ido encadenando sucesivas bajadas hasta el 0,25% actual, un nivel muy por debajo de la Unión Europea.