¿Cómo influyen los tipos de interés en nuestros productos financieros?

¿Cómo influyen los tipos de interés en nuestros productos financieros?

En el reciente anuncio de la rebaja de los tipos de interés  por parte del Banco Central Europeo nos encontramos con el sostenimiento de lo ya avanzado cuando estos tipos de interés se colocaron en el 0.50%, lo que, situaba el precio del dinero en su posición más barata en la serie histórica, y aún, sin embargo, por encima de los tipos de interés en países como Estados Unidos o Japón a los que actualmente se acercan.

Aquella bajada histórica, ahora acentuada,y fue en su momento en general bienvenida, sin embargo esta relativa buena acogida de la baja del precio del dinero, en su interpretación más pura por parte de los mercados financieros, no tiene necesariamente porque ser interpretada del mismo modo desde el punto de vista de las economías domésticas, y desde luego en el caso de los productos financieros puede afectar no necesariamente de manera positiva, incluso todo lo contrario.

Una muestra de todo esto la podemos encontrar en productos de renta fija como imposiciones a plazo o pagarés. El sostenimiento de los tipos de interés no se va a traducir en un aumento de la rentabilidad de estos productos, productos que por otra parte al menos en el caso de los depósitos no atravesaban ya por su mejor momento, y que hacen más difícil aún hoy en día la decisión de su contratación. En este caso además se corre un peligro evidente; que la rentabilidad de estos productos a medio plazo no logre batir a la propia inflación, o lo que es lo mismo una pérdida de poder adquisitivo que en el fondo, se traduciría en una rentabilidad en negativo.

En teoría, también los préstamos en aquella bajada de un cuarto de punto debieron haberse beneficiado de algún modo de retrocesos en la aplicación de sus tipos de interés, sin embargo, no hace falta más que echar un vistazo al mercado de estos productos financieros (y vamos también a incluir las hipotecas en este caso) para darnos cuenta de que no sólo no ha sido así, sino que incluso podemos encontrar en muchas propuestas un auténtico reajuste duro no sólo de los tipos de interés sino también de las comisiones y gastos en general.

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