Corralito y default: ¿En el camino de Grecia?

 

Hemos visto como paises como Islandia, líder en el ranking de desarrollo humano de la ONU, ha restringido el retiro de los fondos de los bancos comerciales, exhibiendo como razón la probable “quiebra” del país si se permitía la salida masiva de dinero de las entidades. En estos días, se habla de la quiebra de Grecia, con su entrada en default de su deuda soberana, como muy probable, a la vez que tambien se estudia la restriccion del retiro de dinero de sus bancos, en serios problemas si los bonos del Estado griego -de los cuales sus arcas están llenos- no se pagan.

El corralito islandés ocurrió a raíz que el sistema financiero de ese país era demasiado grande para su tamaño, y la cantidad depositada en ellos es excesivamente onerosa, lo que sumado a la frágil situación de los mayores bancos del país (de hecho, se han nacionalizado los 3 más grandes) hacía inviable el retiro masivo de dinero. Eso sí, se han garantizado los depósitos, ¿pero de que sirve si no hay dinero para devolver?

A una situación como esta es la que se denomina “corralito financiero. Esta expresión tiene origen en la situación que se originó en Argentina a fines de 2001 y que desembocó en la peor crisis política y económica del país sudamericano.

Corralito, según el diccionario, significa “recinto con barrotes para que los niños jueguen adentro”. Y algo de ironía hay en esto: el dinero está adentro del sistema pero no puede salir. Una acepción más acertada, que se ha agregado como un argentinismo al mismo diccionario, puede ser «perverso mecanismo bancario, por el cual los ahorristas no podían retirar más que una suma fija mensual”.

El objetivo de una medida de esta naturaleza es muy simple: detener el pánico bancario y evitar la consiguiente crisis financiera y económica que esto traería, con la consecuente caída de bancos y el colapso del sistema financiero por la falta de liquidez como para hacer frente a la salida simultánea de dinero.

El Corralito Argentino

Lo curioso es que en Argentina, cuna del corralito, tan solo unos meses antes, el congreso argentino había garantizado la libre disponibilidad de los depósitos bancarios, por intermedio de la Ley de Intangibilidad de los Depósitos, cuyo artículo 2º decía, textual: “La intangibilidad establecida en el artículo 1º consiste en: el Estado nacional en ningún caso, podrá alterar las condiciones pactadas entre el/los depositantes y la entidad financiera, esto significa la prohibición de canjearlos por títulos de la deuda pública nacional, u otro activo del Estado nacional, ni prorrogar el pago de los mismos, ni alterar las tasas pactadas, ni la moneda de origen, ni reestructurar los vencimientos, los que operarán en las fechas establecidas entre las partes.

Tan solo dos meses después, el 3 de Diciembre de 2001, se producía el corralito financiero. Y unos pocos meses después se quiso desatar el nudo cambiando los depósitos realizados en efectivo por bonos de deuda compulsivos de un país que ya se encontraba en defult.

Pero la pregunta del millón es: ¿funcionó una medida de estas características? Sin duda alguna, el objetivo de evitar la caída de algunos bancos y el colapso financiero posterior se había cumplido. Pero trajo aparejados una cantidad de “efectos colaterales” que han dejado su marca en la sociedad argentina, a tal punto que se convirtió en materia de estudio de sociólogos, antropólogos y psicólogos locales y del exterior.

Muchos científicos extranjeros descubrían con asombro en el «little fence» (corralito en inglés) y los cacerolazos un laboratorio del comportamiento de los argentinos, y se impresionaban con algunas postales extremas. Como la de la mujer que se quiso prender fuego frente a un banco, o el ahorrista que pasó el verano del 2002 en reposera, malla y ojotas en la puerta de una sucursal del HSBC en Buenos Aires. El motivo: no podía sacar la plata para irse de vacaciones.


Pero en cuestiones económicas, resultó un boomerang que terminó provocando un efecto contrario al deseado: secó la plaza de efectivo y paralizó las operaciones cotidianas de compra y venta. En la práctica, profundizó la caída en el nivel de actividad, que tocó su piso sobre el final del primer trimestre del 2002, llegando a ser la recesión más importante de la historia del país, con una caída en el PIB cercano al 45%.

¿Es ese el futuro de Grecia o de cualquier país que ose no pagar sus obligaciones? No se sabe a ciencia cierta que pasará. Hay que partir de la base que tanto Argentina como los países europeos en problemas -Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, España…- son culturas muy distintas entre sí. Lo que seguramente desembocará esto es en una total desconfianza en el sistema bancario, locomotora del crecimiento de cualquier país, y un grave deterioro de las carteras de inversiones de los Bancos por la recesión y por la creciente inflación que puede volver a azotar a Europa.

La situación en Grecia

Las estadísticas del Banco Central de Grecia revelan que los depósitos bancarios alcanzaron su máxima cuantía a finales de 2009, en 237.824 millones de euros, después de que el estallido de la crisis decantara a los inversores por productos más seguros. A partir de ahí, y en paralelo a la debacle griega -cristalizada en el primer rescate heleno en primavera de 2010-, el montante de los depósitos ha ido disminuyendo hasta los 188.663 millones en agosto, último mes registrado. Un descenso del 20% desde máximos, y del 12% solo en los ocho primeros meses del año.

¿Cual es la «deadline«? los expertos hablan del momento en el que los retiros del dinero de los bancos alcance el 35% del total de los depósitos bancarios. En ese momento, la vuelta atrás será imposible y se necesitará tomar medidas extremas para poner fin a la sangría de dinero y salvar a los bancos. Pero otros expertos dicen que la «deadline» se encuentra mucho más abajo, debido al estado financiero apremiante que viven muchas instituciones financieras griegas.

A todo este problema, se le suma el hecho de la estupidez pensada por el Primer Ministro Griego: el referendum para saber si la gente quiere que la ayuden o no. Esto habla de mucho populismo y poca política. Esto es como decir: «queremos recibir dinero pero continuar viviendo en la fiesta». Lo cierto es que los griegos han vivido de la fiesta durante los últimos 10 años. Este es el momento de pagarla.

Ahora bien. Argentina cayo a un profundo pozo en cuanto a la economía de sus ciudadanos, pero tan solo 3 años despues, la economia volvia a dar indicios de crecimiento y el aparato volvía a funcionar. Aqui nos hacemos una pregunta: ¿es necesario, por ejemplo para Grecia, tocar fondo para luego salir adelante? El fondo del pozo para Grecia -o cualquier otro pais europeo en problemas- vendría ocasionado por el impago de la deuda soberana, la salida del euro, la devaluación de la divisa nacional y una crisis humanitaria debido al paro y al extremo estres al que estará expuesto la poblacion.

¿Que opina usted? ¿Será necesario un golpe de estas caracteristicas para poder salir adelante? ¿Estaria dispuesto a soportarlo si este fuera la unica salida? Antes de votar la encuesta, mire un video con una breve reseña del corralito argentino.

15 responses to “Corralito y default: ¿En el camino de Grecia?

  1. Escribe aquí tu comentario.la verdad que el articulo es muy claro y preciso,para los que no entendemos tanto del tema,esta muy bien redactado yo le doy un 10

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